El Celta eligió una forma brillante para concluir una primera vuelta excepcional: goleó sin piedad (0-4) a uno de los aspirantes al ascenso, el Cartagena, dejando una vez más el mensaje de que va en serio en su objetivo de regresar a Primera División en junio. Está imparable, como se pudo comprobar ayer por el juego desplegado ante el conjunto albinegro, como semanas antes había repetido en Vallecas y en Elche.
En las tres salidas de lo que se antojaba como una “cuesta de enero”, el Celta hizo pleno, nueve puntos, y un bagaje de goles digno del Barcelona de Guardiola: diez. De este forma, el equipo vigués no sólo se mantiene firme en la segunda posición de la categoría de plata, sino que ayer recortó tres puntos de diferencia al líder, el Betis, que suma 46 puntos por 43 los célticos. Después de nueve jornadas consecutivas sin perder, el próximo sábado visita al Barça B, uno de los dos equipos, el otro fue el Valladolid, que puede presumir de haber vencido al grupo de Herrera.
Ayer, el Celta quiso dejar las cosas claras desde el inicio: el segundo clasificado acudía a Cartagena con la única intención de llevarse los tres puntos y establecer más distancias con el cuarto clasificado. Tardó seis minutos el equipo de Herrera en tirar a puerta. Txiki tuvo que sacar de cabeza un remate de De Lucas.

En la siguiente jugada, Trashorras sacó un gran disparo que salió fuera. Pero en el minuto ocho, el lucense se fue a la esquina izquierda para lanzar un córner. Vio a David Rodríguez desmarcado en el segundo palo y le puso el balón en la cabeza para que el goleador celeste (suma once) abriese el marcador.

Demasiado fácil ante un rival que ocupaba la cuarta posición y que buscaba un triunfo para recortar distancias con la cabeza de la tabla. Pero a este Celta no se le puede dejar pensar ni espacios libres. Y pagó cara ayer su indolencia el conjunto albiazul, que repitió los mismos errores que el Numancia y el Tenerife cuando recibieron a los vigueses en los primeros compases de la Liga. En un suspiro, el Celta ya los había liquidado.
Porque ayer, el cuadro vigués no se conformó con mandar en el marcador. Quería resolver el encuentro cuanto antes. Y como hay días que todo sale a la favor, a los dieciocho minutos el rival perdió a su goleador, Toché, por lesión.

Su sustituto, Goiría, protagonizó una de las jugadas polémicas de la tarde, pues Ceballos Silva le anuló un gol por supuesto fuera de juego cuando el partido se acercaba a la media hora.
El árbitro extremeño, que tan malhumorado dejó a Balaídos ante el Betis, se convirtió en el centro de las iras de la afición cartagenera, que explotó definitivamente cuando el Celta robó un balón en el centro del campo, De Lucas corrió en posible fuera de juego por la izquierda y vio a Michu que se colaba por la derecha para ponerle el balón en bandeja de plata. En cuarenta minutos, el Celta había resuelto uno de los partidos más complicados que le esperaban en la cuesta de enero. Incluso pudo ampliar el marcador un minutos después cuando el centrocampista asturiano, que ayer suplió al sancionado Alex, estrelló el balón contra el cuerpo del guardameta local.

Sin apenas esfuerzo, el Celta se iba al vestuario con el zurrón lleno ante un Cartagena que no había entrado en el partido y que los golpes recibidos le dejaron desorientado.
Sin permitirle mucha movilidad a los atacantes rivales, el Celta llevó el partido a su terreno: cerró los espacios que conducían a Falcón y montó contras rápidas para seguir castigando a un rival directo en la pelea por el ascenso.
A los 58 minutos, Trashorras y Michu, en una combinación perfecta, superaron la presión de los rivales y el asturiano le puso el balón al pie de David Rodríguez. Pero Casilla desvió.
Y como este Celta es insaciable, en la siguiente jugada no perdonó. En otra acción de billar al borde del área, De Lucas asistió para Trashorras y el lucense la esquinó para que no llegase el guardameta albinegro.
Y como este Celta es insaciable, en la siguiente jugada no perdonó. En otra acción de billar al borde del área, De Lucas asistió para Trashorras y el lucense la esquinó para que no llegase el guardameta albinegro.

En una hora, el Celta ya podía preparar el regreso a casa con una victoria importante, que el Cartagena pudo maquillar en el minuto 74 pero el excéltico Toni Moral se asustó ante la salida de Falcón. En el siguiente ataque local, Muñoz la mandó al larguero vigués. Estaba claro, ayer no era el día del equipo cartagenero y sí el del Celta, que en la siguiente acción, Michu cerró la cuenta tras una galopada de David Rodríguez. El talaverano puso un centro para la llegada del asturiano, que sólo tuvo que empujarla.
La impotencia llevó a Txiki al vestuario antes de tiempo por una dura entrada que le costó la roja directa. Nada pudieron hacer ayer los albinegros ante el arrollador juego del Celta, que fue infranqueable en defensa y demoledor en ataque. Como ha venido realizando en esta primera vuelta memorable.
CARTAGENA | 0 |
---|---|
CELTA | 4 |
Cartagena: Kiko Casilla; Chus Herrero, Cala (Lafuente, minuto 68), Cygan, Txiki; Mariano Sánchez, Longás (iñaki Muñoz, minuto 56), Toni Moral, Botelho; Víctor y Toché (Goiria, minuto 14).
Celta: Falcón; Mallo, Jonathan Vila, David Catalá, Víctor Fernández; Michu, Bustos, Garai; Trashorras (Joan Tomás, minuto 83), De Lucas (Iago Aspas, minuto 61) y David Rodríguez (Ábalo, minuto 85).
Goles: 0-1. Minuto 8: David Rodríguez. 0-2. Minuto 40: Michu. 0-3. Minuto 60: Trashorras. 0-4. Minuto 81: Michu.
Árbitro: Andrés Manuel Ceballos Silva, del comité extremeño. Mostró la tarjeta amarilla a los locales Toché y Mariano Sánchez y a los visitantes Trashorras, De Lucas, Garai y Bustos y la roja directa al local Txiki, quien fue expulsado en el minuto 83.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Liga en Segunda División que se disputó en el estadio Cartagonova de Cartagena ante unos 8.000 espectadores.
Hay que reconocer el mérito de este gran Celta, que está jugando mejor que muchos de primera. Juego, gol, llegada, lo tiene todo para ascender este año. Michu destaca con sus goles en los últimos partidos.
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